A diario estamos bombardeados por las tecnologías y por ende, de los graves problemas que estas traen consigo. Me refiero especialmente a las redes sociales que se han puesto en la cotidianidad de jóvenes, niños y adultos como medios de comunicación necesarios. Lastimosamente no todos las usan de manera equilibrada y racional.

 

A causa de ser tan insensato  y al libertinaje  a la hora de utilizar las redes sociales, se presentan casos de acoso escolar, críticas que bajan la autoestima, robos, enemigos y graves problemas, violaciones, asaltos y rechazo. Los jóvenes, niños y adultos que hacen este tipo de cosas lo hacen por un “me gusta” por, “provocar envidia”, por llamar la atención de todos sus contactos, que en algunos casos ni siquiera conocen,  también lo hacen por gusto, porque sencillamente son felices exhibiéndose y creyéndose más que los demás mostrándose por una pantalla. Estas actitudes hacen que las personas se desacrediten, dando lugar a las habladurías.

 

Las vivencias del colegio son buenas, conseguimos buenos amigos, compañeros y personas que nos acompañaran en el corto camino de la vida; pasamos ratos agradables, amistosos y felices Sin embargo, no siempre pasa esto, a veces conseguimos enemigos, y personas que hacen de nuestra vida un completo mundo de incomodidad, inseguridad y fastidio. Cuando hacemos las cosas mal, sólo buscamos problemas, dolores y rechazos por parte de nuestros compañeros de camino. Las razones  son muchas, noviazgos, y envidias; cosas que la mayoría de veces son consecuencia y grave resultado por no saber utilizar el Facebook y el WhatsApp.

 

En el colegio, pasamos ratos agradables y somos felices; y, sin duda alguna las redes sociales son entretenidas, divertidas y nos facilitan la comunicación, pero más allá de esto,  debemos reflexionar acerca de los riesgos, ventajas y desventajas, para que así sean utilizadas de la manera correcta y reflexiva.

La vida es corta y pronto se acaba, así que debemos disfrutarla de la mejor manera y no vulnerando a otros, porque lo único que de eso queda son arrepentimientos, pesadumbre y abatimiento.